Moisés y Elías ascendieron al cielo, pero no fueron los únicos. Cada uno de ellos jugó un papel fundamental con el pueblo de Dios y su presencia en la transfiguración fue significativa.
La ascensión de Moisés al cielo
Moisés recibió una resurrección privada de Jesús (Miguel). “Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda” (Judas 9).
La ascensión de Elías al cielo
Elías fue llevado vivo al cielo en un carro de fuego. “Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.” (2 Reyes 2:11).
La Transfiguración
En la transfiguración de Jesucristo, aparecieron Moisés y Elías. A Pedro, Juan y Santiago se les dio un adelanto de la segunda venida de Cristo en Su poder y gloria (Lucas 9:28–32). Elías apareció como representante de los santos que serán trasladados sin ver la muerte cuando venga Jesús. Moisés apareció como representante de los justos que han muerto y resucitarán de sus tumbas.
Pablo escribe sobre esto: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16, 17).
Otros llevados al cielo
Moisés y Elías no fueron los primeros en ser llevados al cielo, ni los últimos. Antes estaba Enoc que caminó con Dios y fue ascendido al cielo. “Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios” (Génesis 5:22-24).
Además, hubo una resurrección especial cuando Jesús resucitó. La Biblia dice que muchos de los que dormían se levantaron y se aparecieron a otros. “Y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos” (Mateo 27:53).
Estos santos ascendieron al cielo con Jesús, pero esa no fue una resurrección universal (Efesios 4:8). Entonces, hay algunos, como Moisés y Elías, que ahora están en la gloria. Sin embargo, en términos generales, el éxodo masivo tendrá lugar cuando el Señor descienda del Cielo en la segunda venida.
En Su servicio,
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