El Día de Acción de Gracias es una época especial del año en la que la gente expresa gratitud. Cultivar una mentalidad de gratitud, no solo durante las vacaciones, sino durante todo el año, es quizás la clave más importante para encontrar la salud y la felicidad. Las investigaciones de los psicólogos de renombre Robert Emmons y Michael McCullough han descubierto que las personas que practican conscientemente un estilo de vida de gratitud experimentan un mayor bienestar emocional y salud física que las personas que no lo hacen.
En uno de los estudios de Emmons y McCullough, se pidió a los participantes que escribieran algunas oraciones cada semana sobre temas específicos. Un grupo escribió sobre cosas que ocurrieron durante la semana por las que estaban agradecidos. Un segundo grupo escribió, en cambio, sobre sus problemas diarios, y el tercer grupo escribió sobre incidentes generales que no fueron ni positivos ni negativos. Después de 10 semanas, los que escribieron sobre la gratitud fueron los más felices y tuvieron menos visitas a los médicos que los que se centraron en los incidentes de irritación.
En otro estudio, los adultos que practicaban la gratitud, que tenían trastornos neuromusculares (ENM) congénitos y de inicio en la edad adulta, y la mayoría tenían síndrome pospoliomielítico (SPP), se compararon con un segundo grupo que no escribía sus bendiciones diarias. Los participantes de la gratitud informaron que durmieron mejor, se sintieron más renovados, tuvieron más satisfacción, experimentaron más optimismo que los participantes del grupo de control.
Además, el Dr. Martin E. P. Seligman, psicólogo de la Universidad de Pensilvania, probó el efecto de diferentes intervenciones de psicología positiva en 411 personas. Su tarea era escribir y entregar una carta de agradecimiento a una persona a la que debía agradecer debidamente su amabilidad. El resultado fue que los participantes mostraron un mayor aumento en sus puntuaciones de felicidad, lo que afectó positivamente su salud.
La investigación muestra que la gratitud mejora no solo la salud física sino también la salud psicológica. La gratitud reduce las emociones tóxicas, que van desde la envidia y el resentimiento hasta la frustración y el arrepentimiento. Amar a los demás o expresarles agradecimiento hace que se sienta una energía positiva dentro de una persona. Y este simple acto de expresar gratitud es una forma de autocuración.
Por lo tanto, un diario de gratitud de cinco minutos al día puede aumentar el bienestar a largo plazo de una persona en más del 10 por ciento. De hecho, una investigación reciente del Dr. Robert A. Emmons, muestra que quienes participan en prácticas de gratitud tienen un mejor sistema inmunológico, sienten menos dolor, tienen la presión arterial más baja y tienen menos probabilidades de presentar un trastorno mental. “El corazón alegre constituye buen remedio” (Proverbios 17:22).