La Semana Santa
La Semana Santa es la semana que comienza desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección. La Semana Santa, también conocida como la Semana de la Pasión de Cristo, se llama así porque representa la pasión con la que Jesús se ofreció a morir en la cruz para expiar los pecados de la humanidad. La siguiente es una línea de tiempo de los eventos que tuvieron lugar durante esta semana.
Domingo – Entrada triunfal en Jerusalén
Jesús inició su viaje a Jerusalén. Acercándose a la aldea de Betfagé, envió a dos de sus discípulos ante él, instruyéndoles que trajeran una asna y un pollino. Se le pidió a los discípulos que desataran los animales y se los trajeran a Jesús. Luego, Jesús se sentó sobre la asna e hizo su entrada triunfal en Jerusalén. Al hacerlo, cumplió la profecía de Zacarías 9:9 “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”
La gente en Jerusalén tendió ramas de árboles en el camino y aclamó, “!! Hosanna al Hijo de David!!! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!!! Hosanna en las alturas!”
Jesús y los discípulos pasaron la noche en Betania, que estaba a dos millas al este de Jerusalén. Allí vivía Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos, y sus dos hermanas, María y Marta, sus amigas íntimas.
El registro de la entrada triunfal de Jesús se encuentra en Mateo 21:1-11, Marcos 11:1-11, Lucas 19:28-44 y Juan 12:12-19.
Lunes – Jesús purifica el templo
Por la mañana, Jesús regresó con sus discípulos a Jerusalén. En su camino, maldijo a una higuera porque no daba fruto. Este acto representó el juicio de Dios sobre los líderes religiosos de Israel por rechazar al Mesías.
En el templo, Jesús volcó las mesas de los codiciosos mercaderes diciendo: “Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” (Lucas 19:46).
El lunes por la noche, Jesús volvió a quedarse en Betania, probablemente en casa de sus amigos.
Los registros de los eventos del lunes se encuentran en Mateo 21:12-22, Marcos 11:15-19, Lucas 19:45-48 y Juan 2:13-17.
Martes – El monte de los Olivos
Por la mañana, Jesús y sus discípulos regresaron a Jerusalén. En el camino, vieron la higuera seca y Jesús enseñó sobre la importancia de la fe.
En el templo, los líderes religiosos estaban enojados con Jesús y planeaban arrestarlo. Pero Jesús los reprendió diciendo: “!! Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡!! Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!! ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?” (Mateo 23:24-33).
Por la tarde, Jesús fue con sus discípulos al Monte de los Olivos, que tiene vista a Jerusalén. Allí, pronunció el “Discurso de los Olivos” y profetizó acerca de la destrucción de Jerusalén y el fin del mundo.
Judas Iscariote conspiró con el Sanedrín para traicionar a Jesús (Mateo 26:14-16).
Luego, Jesús y los discípulos regresaron a Betania para pasar la noche.
Los registros de los eventos del martes se encuentran en Mateo 21:23-24:51, Marcos 11:20-13:37, Lucas 20:1-21:36 y Juan 12:20-38.
Miércoles
La Biblia no menciona lo que hizo Jesús el miércoles de la Semana Santa. Es probable que él y sus discípulos pasaron este día en Betania. Allí, unas noches antes, María, la hermana de Lázaro, había ungido los pies de Jesús con un perfume caro. Jesús les dijo a los discípulos que ella hizo eso “para el día de su sepultura” (Juan 12:7).
Jueves – La Cena del Señor
Jesús envió a Pedro y a Juan desde Betania a Jerusalén para preparar la fiesta de la Pascua. Esa noche, Jesús lavó los pies de sus discípulos mientras se preparaban para comer la pascua. Luego, Jesús compartió la fiesta de la Pascua con sus discípulos diciendo: “!!Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios” (Lucas 22:15-16).
Durante esta ultima cena, Jesús instituyó la Cena del Señor, y le enseñó a sus discípulos a recordar su sacrificio cada vez que comieran del pan y del vino (Lucas 22:19-20).
Después de la cena, Jesús y los discípulos salieron y se dirigieron al huerto de Getsemaní, donde le oró a su Padre. “Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra” (Lucas 22:44).
Esa misma noche en el Getsemaní, Judas traicionó a Jesús con un beso y el Sanedrín arrestó al Señor. Luego, lo llevaron a la casa de Caifás, el sumo sacerdote, donde se había reunido el concilio para el juicio de Jesús. En las primeras horas de la mañana, antes de que cantara el gallo, Pedro negó tres veces haber conocido a su Maestro.
Los registros de los eventos del jueves se encuentran en Mateo 26:17-75, Marcos 14:12-72, Lucas 22:7-62 y Juan 13:1-38.
Viernes – Juicio, crucifixión, muerte y entierro
Judas Iscariote, que había traicionado a Jesús, sintió una gran culpa y fue y se ahorcó.
Jesús tuvo que soportar acusaciones falsas, condenas, burlas y golpizas. Y el tribunal lo condenó a muerte por crucifixión.
Luego Jesús cargó su propia cruz al Calvario donde fue clavado a la cruz a la hora tercera (9 am). Y oró: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34). Justo antes de morir, oró de nuevo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró” (Lucas 23:46). Esto sucedió a las 3 pm.
El viernes por la noche, Nicodemo y José de Arimatea bajaron el cuerpo de Jesús de la cruz y lo colocaron en una tumba.
Los registros de los eventos del viernes se encuentran en Mateo 27:1-62, Marcos 15:1-47, Lucas 22:63-23:56 y Juan 18:28-19:37.
Sábado – Jesús descansó en la tumba
El registro del descanso de Jesús en la tumba se encuentra en Mateo 27:57-61; 28; Lucas 23:56.
La Semana Santa muestra el amor infinito de Dios hacia la humanidad: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). No hay mayor amor que este (Juan 15:13).
En su servicio,
BibleAsk Team
