Para saber dónde estaba Jesús antes de comenzar Su ministerio y qué estaba haciendo, debemos mirar de cerca el capítulo 2 del libro de Lucas. En este capítulo, leemos la historia de la primera visita de Jesús al templo cuando tenía doce años. “Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:51-52).
Este pasaje muestra claramente que, antes de que Jesús comenzara su ministerio, Él permaneció obediente como hijo a aquellos que eran sus guardianes terrenales. Durante estos años, Jesús llegó a ser conocido por sus conciudadanos como “el carpintero” de Nazaret (Marcos 6:3) y “el hijo del carpintero” (Mateo 13:55). Durante estos años murió José y Jesús asumió la responsabilidad de cuidar a su madre. Lucas 2:51 es la última referencia bíblica indirecta a José en la narración de la vida de Cristo (v. 48).
María, bajo la guía del Espíritu Santo, fue maestra de Jesús. Ella usó las Sagradas Escrituras y la naturaleza como Su tema. Jesús recibió una excelente formación a una edad temprana, lo cual se hizo evidente cuando hablaba con los doctores religiosos en su primera visita al templo. “Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas” (Lucas 2:46, 47).
La infancia y la juventud de Jesús fueron años de desarrollo armonioso de sus facultades físicas, mentales y espirituales. La meta a la que aspiraba era reflejar perfectamente el carácter de su Padre en el cielo. Y Dios Todopoderoso le dio a Jesús el poder de hacer milagros. “Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales” (Hechos 2:22).
En Su servicio,
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