El Antiguo Pacto
El Antiguo Pacto fue un acuerdo entre Dios y Su pueblo. “Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de Piedra” (Deuteronomio 4:13). Los Diez Mandamientos fueron escritos por Dios mismo (Éxodo 24:12; 34:28; Deuteronomio 10:4). Pero todas las leyes civiles y ceremoniales fueron dadas por medio de Moisés (Éxodo 24:3). Moisés enfatiza repetidamente esta importante distinción (Éxodo 20:1, 19; 21:1; 24:3; Deuteronomio 5:22).
¿Por qué falló?
“Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; Porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor” (Hebreos 8:8-9).
La falla del Antiguo Pacto estaba en el pueblo, no en Dios o Su ley porque “La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo” (Salmas 19:7). El Antiguo Pacto fracasó porque se basó en las promesas y obras defectuosas del pueblo. El pueblo prometió guardar la ley de Dios por sus propios esfuerzos, no por el poder de Dios. Ellos dijeron, “Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos” (Éxodo 24:7).
El Nuevo Pacto tiene éxito porque se basa en las promesas de Jesús y su poder obrador de milagros en el corazón. Dios escribe Su ley en el corazón. “Por lo cual, este es el pacto que haré… dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré” (Hebreos 8:10). Toda la naturaleza de una persona es cambiada por la gracia de Dios, por lo que encuentra un placer guardar la ley de Dios (Romanos 7:22). El Nuevo Pacto se basa en la misma ley del Antiguo Testamento (Éxodo 20), pero está escrito en un lugar diferente (el corazón) y edificado sobre mejores promesas, que son las de Dios.
En Su servicio,
Equipo BibleAsk
