“María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita” (Números 12:1).
Una “mujer cusita” se refiere a una mujer etíope (Génesis 10:6). La esposa de Moisés se llamaba Séfora. El padre de Séfora era en realidad madianita (Éxodo 2:16–19; 3:1) y, por lo tanto, descendiente de Abraham (Génesis 25:1). Al reunirse con Moisés en el monte Sinaí (Éxodo 4:25; 18:2), Séfora había observado las cargas pesadas que llevaba su esposo y le expresó a Jetro sus temores por el bienestar de Moisés.
Como resultado, Jetro aconsejó a Moisés que seleccionara a otros para compartir con él las responsabilidades de la administración. Cuando Moisés siguió este consejo sin consultar primero a María y Aarón, María y Aarón se sintieron celosos de él y culparon a Séfora por lo que consideraban que Moisés los había descuidado.
María y Aarón usaron el hecho de que Séfora era madianita, aunque adoradora del Dios verdadero, simplemente como una excusa para rebelarse contra la autoridad de Moisés. Moisés no violó el principio de no entrar en matrimonio con los paganos cuando tomó por esposa a Séfora, como aparentemente afirmaron. Séfora era una adoradora del Dios verdadero.
María aquí reclamó igualdad con Moisés, ignorando el hecho de que Dios había colocado a Moisés en una posición única de autoridad (Éxodo 4:10–16; Deuteronomio 34:10).
El error fundamental de María fue la falta de respeto y la rebelión contra la autoridad legalmente constituida de Moisés, que fue designada por Dios mismo. Por eso fue castigada por Dios (Números 12:10) y luego perdonada por Dios cuando se arrepintió de su pecado (Números 12:15).
En Su servicio,
BibleAsk Team