El Espíritu Santo y la Conciencia
Dios prometió que el Espíritu Santo nos convencerá de lo que está bien y lo que está mal ayudando a nuestra conciencia. La Biblia describe la obra y la misión del Espíritu Santo: «Pero el Consolador, que es el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho» (Juan 14:26).
En Juan 16:13, leemos: «Pero cuando venga él, el Espíritu de verdad, os guiará a toda la verdad». Y luego otra vez en Juan 16:7, «Sin embargo, os digo la verdad; Es conveniente para vosotros que me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, reprenderá al mundo de pecado, justicia y juicio».
Sin embargo, el Espíritu Santo no guiará a nadie en contra de lo que enseña la Palabra de Dios. Mientras permitamos que ese Espíritu de Dios nos guíe a las cosas que Jesús enseñó, estamos en caminos seguros. El juez final de toda verdad debe ser la Palabra escrita de Dios y no nuestros sentimientos o impresiones.
Porque incluso la conciencia no siempre es una guía segura. La conciencia puede ser demasiado escrupulosa (1 Corintios 10:25) o «cauterizada» por el abuso (1 Timoteo 4:2). Puede ser iluminado por un mayor conocimiento de la verdad (1 Corintios 8:7), y funciona sólo de acuerdo con la luz que recibe.
Las Escrituras dicen que «hay camino que parece recto al hombre, pero su fin son los caminos de la muerte» (Proverbios 14:12). La Biblia, de hecho, habla de una «conciencia oscurecida» y una «conciencia mala» y una «conciencia cauterizada» (Hebreos 10:22; 1 Timoteo 4:2). Mientras la conciencia sea educada por la Palabra de Dios, hay seguridad.
La Biblia también dice en 1 Juan 2:4: «El que dice que lo conozco y no guarda sus mandamientos es mentiroso, y la verdad no está en él». Esto significa que los verdaderos creyentes no seguirán sus sentimientos que pueden ser contrarios a la Palabra de Dios, sino que obedecerán la ley y la Palabra por encima de todo lo demás. Asegúrate de que la mente, el corazón y la vida hayan sido iluminados por la Palabra de Dios en primer lugar y que estés siguiendo la Palabra por encima de tus propios sentimientos e incluso de la conciencia.
En cuanto a aquellos que no tienen la oportunidad de conocer las verdades de la Biblia, el Señor los juzgará por su conciencia y la luz que conocen (Romanos 2:15). Los gentiles todavía tienen conciencia de la moralidad, a pesar de su ignorancia de la ley escrita de Dios. Ellos, en un sentido general, pueden diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal.
En Su servicio,
Equipo BibleAsk
