El plan de Dios de justificación por la fe trae paz y gozo no solo en tiempos de éxito, sino también en tiempos de sufrimiento, angustia y persecución. La esperanza de la gloria futura y la perseverancia de los problemas presentes van de mano en mano. Jesús notó este hecho cuando dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). El sufrimiento ayuda a los creyentes de las siguientes maneras:
1- Contribuye a la gloria eterna porque purifica, refina y santifica el carácter. “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza” (Romanos 5:3,4; Isaías 48:10; Hebreos 12:5-11)
2- Cultiva la confianza y la dependencia del Señor. “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová” (Salmos 34:19; Isaías 63:9; Oseas 5:15).
3- Ejerce una influencia purificadora sobre la mente. “Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” (1 Pedro 1:7).
4- Humilla el orgullo, somete el yo, y a menudo es la forma de que se alinea la voluntad del creyente con la voluntad de Dios. “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Santiago 1:2-4).
5- Prueba la fe del creyente y la veracidad de su profesión como seguidor de Cristo. “Mas él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro” (Job 23:10 y Salmos 66:10).
6- Da un lugar para el ejercicio y la perfección de la fe. Porque la fe se fortalece con el ejercicio. “Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó. Desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste” (Jonás 2:2).
7- Ayuda al cristiano a ver las cosas en su verdadero valor. “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” (Hebreos 12:11).
8- Crea en el cristiano una aptitud para la gloria. Le resulta más fácil poner su afecto en las cosas celestiales. “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:1, 2 y Timoteo 4:5)
9- Prueba la insensatez de la sabiduría humana al colocar al creyente en situaciones difíciles, donde su propia impotencia y necesidad del Señor se hace evidente. “La insensatez del hombre tuerce su camino” (Proverbios 19:3)
10- Consagra las relaciones humanas. Nada contribuye más a la comprensión de los demás y a tener bondad hacia ellos que el sufrimiento, la prueba y la aflicción. “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo” (Gálatas 6:2).
En su servicio,
BibleAsk Team