La música de adoración moderna ha ido adoptando una forma de música que se asocia principalmente con bandas de rock. Esta tendencia ha llevado a los fieles a preguntarse: ¿Deberían las iglesias cristianas usar tambores en la adoración? Para responder a esta pregunta, necesitamos ver lo que dicen las Escrituras sobre el uso de tambores en la adoración:
El Antiguo Testamento
El Señor especificó que los levitas debían usar solo tres tipos de instrumentos dentro del santuario. Estos eran el arpa, la lira [o instrumento de cuerda] y el címbalo. “Puso también levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios y arpas, conforme al mandamiento de David, de Gad vidente del rey, y del profeta Natán, porque aquel mandamiento procedía de Jehová por medio de sus profetas” (2 Crónicas 29:25; también 1 Crónicas 25:1). De los tres instrumentos mencionados, el arpa y la lira eran, esencialmente, el mismo tipo de instrumento de cuerda.
Aunque los tambores de mano (pandereta o pandero) aparentemente NO se empleaban en el servicio del santuario, se usaban en festivales y celebraciones fuera del santuario (1 Samuel 10:5-6; Job 17:6; Job 21:11-14; Salmo 81:2; Isaías 24:8; Jeremías 31:4).
Salmo 150
Algunas personas citan el Salmo 150 como una razón para usar tambores en el santuario donde David exhorta al pueblo a usar los siguientes instrumentos: la trompeta, el salterio, el arpa, el tímbrico, los instrumentos de cuerda, los órganos y los címbalos (Salmos 150:1-6). Para estas personas, el versículo 1 presenta un problema porque habla de alabar a Dios “en su santuario”. Sin embargo, el Salmo 150 tiene una futura aplicación profética, ya que es el gran final de la serie Aleluya de Salmos que comienza en el Salmo 146. El Salmo 150 invita a todo lo que respira (ya sea en la tierra o en el cielo) a unirse en alabanza a Dios que ejecutará Su juicio final sobre el pecado.
Nuevo Testamento
Es interesante que no hay ninguna referencia al uso de tambores de mano en el Nuevo Testamento. Los registros históricos muestran que los tambores estaban prohibidos debido a su asociación con cosas comunes y malas. Los ritmos de los tambores se han utilizado en ceremonias religiosas paganas, vudú, chamanismo y rituales mágicos.
Los cristianos deben tener una distinción entre las influencias puras y las mundanas (I Juan 2:15-17). Los adoradores no deben, con su música, fomentar el apego al mundo que no glorifica a Dios. El Señor instruyó a Su iglesia, “Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré” (2 Corintios 6:17).
Por lo tanto, la regla general en la música de la iglesia es que todos los instrumentos deben usarse como una ayuda para la voz, no como un elemento abrumador. Un latido fuerte continuo no realza el mensaje y convierte un ministerio espiritual en uno sensual.
En Su servicio,
BibleAsk Team
